Trepan con sus manitas de esparto por las encinas de los parques
Nubes de polillas inundan la gran ciudad
Tú observas y miras desde tu gran ventanal
como se encienden las luces de las calles,
como se ahúma el cristal de tu ventana
Mientras tanto, el cadáver de un reptil
oscila inerte en un charco en el salón de tu casa.
Tú, vestido con ese pijama de rayas viejo que tanto te gusta,
fumas en silencio y
juegas al buscaminas
Ya es mañana
Ahora lees y tomas el aperitivo
y miras de reojo el pálido vientre de la criatura
mientras flota en el verde agua de tu casa.
Tu ni caso.
Siempre en tu pijama.
Calle abajo un hombre bebe solo
Su cerebro parece un arrecife de coral desecado
Esqueletos de colores agonizan
contra los alaridos del viento del desierto.
Un pobre pólipo reseco se hace añicos
mientras sueña con volver oscilar, boyante y nutrido,
en un grueso mar oscuro
Tosen los fantasmas en el fondo de los bares
Sus susurros arropan a esos hombres que habitan las barras
Inmóviles, ocupan sus sitios
como los muebles del inmenso salón de una casa abandonada
como los muebles de tu casa en la playa, en un invierno cerrado,
cubiertos de esas sabanas con las que se despidieron del verano
Algo dicen en voz baja, la voz callada
Se intentan quitar el polvo de la cornisa de los labios
Hablan entre ellos en un idioma arcaico
con susurros como los de la Jetee
Hace tiempo que piensan en ello
Una mujer de ojos semilla mira atentamente una tienda de cuchillos,
sus labios mega finos y mal pintados
Avanza sola y sigue sola mas días
Mueren los listos de cara al mundo,
acompañados y majetes, los fantasmas
Viven y sueñan
Tosen antes de dormir
J.G.A.